Las lenguas son parte de la ética de la ecología, y por lo tanto, son, también, uno de los ingredientes de la pluralidad general existente en el mundo, característica principal y propia de los humanos. En ecología la pluralidad es riqueza, y aplicado a las lenguas, la pluralidad lingüística es un patrimonio mundial que hay que proteger. Es decir, cuantas más lenguas hay en el mundo, más ricos somos.
Basándonos en el principio de igualdad de todas las lenguas, el objetivo de la ecología lingüística es conseguir el desarrollo sostenible de cada lengua. Partiendo del profundo vínculo entre la lengua y la ecología, desde la perspectiva de la ecología lingüística es necesario el desarrollo de políticas y medidas de gestión de las lenguas minoritarias, entre ellas el euskara, para hacer frente a la pérdida de lenguas que está ocurriendo a nivel mundial, y en ese sentido, también se recomiendan las prácticas ecológicas. Para ello, la ecología lingüística estudia desde un punto de vista ecosistémico la relación entre las lenguas que están en contacto, así como la relación de cada lengua con su entorno.
Kutxa Ekogunea sitúa la ecología lingüística en el entorno del euskara. Con el objetivo de situar el euskara en el mapa del mundo y trabajar de manera local, queremos impulsar el desarrollo sostenible del euskara, así como prácticas lingüísticas ecológicas que posibiliten una calidad de vida en euskara.
VIDEO (en euskara): Itsaso Olaizola, de Kutxa Ekogunea, sobre la Ecología lingüística.